Las lecturas interesadas y los juicios apriorísticos provocan una comunicación defectuosa. Ello se desprende de las dos respuestas que recibió, en estas páginas, el texto de Compromís per Santa Pola sobre la Romeria del cap. En ningún momento nos posicionamos en contra de esta celebración, una tradición, si revisamos la literatura científica historiográfica, más cercana en su origen al sentir independentista frente a la ciudad de Elche que a la religiosidad que ahora posee.

Sí que ejercimos, como partido de oposición, nuestro deber y derecho a fiscalizar la actuación del Ayuntamiento: necesitamos conocer qué gasto supone para nuestras arcas. De momento, sólo la seguridad privada de la carpa y el alquiler de los aseos portátiles nos ha costado 3.650 €, cantidad que, a falta de conocer el total de gastos, no casa con la situación económica actual.

Ya que hablamos de política y religión, es preciso recordar que los símbolos religiosos son patrimonio cultural de un pueblo. Cada persona, en su libertad individual, puede acogerlos con devoción o como seña de identidad. Es, por tanto, un elemento que debe quedar fuera del juego político, y no a expensas de usos partidistas e interesados. Entre los miembros y votantes de Compromís per Santa Pola también hay cristianos, y no es justo ni éticamente correcto que nadie se adueñe de ese imaginario colectivo con fines espurios.

El gobierno municipal confunde sistemáticamente su partido con el Ayuntamiento y las instituciones con las siglas, pero también la religión con la política. Y, en una muestra de hipocresía, se erigen en garantes de nuestra cultura y nuestra historia, algo difícil de asumir viendo cómo consienten constantes atentados a nuestro patrimonio medioambiental, y cómo menosprecian a conciencia nuestra lengua autóctona.

Por lo demás, si valoran tanto como pregonan la labor de las asociaciones y colectivos culturales de la Villa, que altruistamente dedican mucho tiempo y esfuerzo a promover y mantener vivas manifestaciones culturales de todo tipo, podrían demostrárselo, por ejemplo, sufragando con una pequeña parte del presupuesto municipal el buen funcionamiento de la muy deficiente climatización del centro cívico de la calle Castaños, que utilizan entre otras muchas personas los numerosos miembros de estos colectivos.

Xavi Mas Sempere. Portaveu.

Publicat en castellà en el Periódico de Santa Pola del divendres 27 de juny de 2014.